Hacia el final de la primera semana del primer ciclo de quimio, las náuseas se habían desvanecido gradualmente y pensé para mí misms (una vez más…) ¡Ahora sí! ¡Lo tengo! ¡Estoy lista para volver a hacer ejercicio!
Me levanté de la cama, me lavé los dientes, me puse un equipo deportivo (no de mucho estilo) y subí las escaleras enérgicamente. Mmmmm…
Cuando llegué al nivel principal de nuestra casa, estaba E-X-H-A-U-S-T-A. Todo lo que podía sentir era debilidad en mis piernas y tuve que sentarme para que mi ritmo cardíaco se estabilizara. Suspiro…
Me sorprendió, pero no le di mucha importancia. Sin embargo, me tomó una hora (sí, una hora completa) recuperarme. Finalmente, Carol (que todavía me estaba cuidando) me ayudó a juntar coraje y salimos de caminata. El día estaba soleado, el aire olía limpio y dulce y yo estaba contenta.
Apenas habíamos caminado una cuadra cuando noté que mi ritmo cardíaco había vuelto a subir. Sentí un dolor punzante y falta de oxígeno en el pecho y supe que sería una caminata corta. Miré a Carol y le dije: Ya está. Luego rompí en llanto en medio de la calle.
¿Cómo puede estar pasando esto? Había caminado sólo una cuadra y no tenía ni fuerza física, ni de voluntad, para seguir adelante. ¿Es ésta mi nueva normalidad?
Carol me abrazó mientras yo seguía sollozando. Luego dijo: Está bien. Es sólo por ahora.
Caminamos de regreso a casa (lo que técnicamente significa que había logrado caminar un total de dos cuadras) y luego nos sentamos a la mesa del comedor, justo donde habíamos comenzado ...
Al día siguiente, volví a salir y logré caminar varias cuadras, y un día más tarde logré caminar algunas más. Al final de la segunda semana estaba haciendo caminatas de cuatro millas y el incidente de la mono-cuadra parecía haber quedado siglos atrás...
Esto me hizo pensar en mi nueva normalidad ... Aunque tal vez sea mejor enmarcarla como mi habitualidad temporaria.
Sigo polarizándome y mirando las cosas en términos de todo o nada, cuando en realidad esta habitualidad ni es permanente, ni es estática.
Mientras transito esta quimio experiecia, mi habitualidad fluye y pasa por altibajos cíclicos. Algunos días no habrá caminata y otros, tendré más energía para andar. Y con cada caminata mi habitualidad irá evolucionando y progresando en forma gradual y no lineal.
Un ciclo a la vez. Un día a la vez. Una cuadra a la vez.
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