Con seis ciclos completos en mi haber, es hora de un balance de fin de quimio.
Como dije en mi Balance de Medio Tiempo, el aprendizaje y el cambio ocurren en tres niveles: cognitivo, afectivo y conductual. Le damos sentido a las cosas en nuestra cabeza, lo que, a su vez, influye en cómo nos sentimos y esto, a su vez, influye en cómo actuamos.
Cuando miro hacia atrás y reflexiono sobre mi quimio viaje, espero que estas conclusiones solidifiquen lo aprendido y guÃen el rumbo de mi vida de aquà en más.
1. La mierda pasa (léase, shit happens): El cáncer y los adversidades no te avisan.
2. Vuelta al ruedo: Cuando la mierda nos golpea, hay que permitirse patalear y llorar, luego sacudir el polvo y volver al ruedo sin más.
3. La ansiedad es inevitable: Lo desconocido da miedo, pero la ansiedad se desvanece a medida que pasa del mito a los hechos basados ​​en la experiencia.
4. No podemos controlarlo todo: A veces es necesario soltar e incluso desmoronarse.
5. Desarmar el problema en partes pequeñas: Abordar todo de una vez es abrumador. Hay que dividir las batallas en trozos digeribles
6. Creer: Hay poder curativo todo en derredor (quimioterapia, amor, lluvia y más allá).
7. Aferrarse al amor y el reaseguro sin importar de dónde venga: El quimio viaje no es fácil. Hay que agarrarse de todo aquel que se presenta y está a nuestro lado.
8. Soltar lo viejo deja espacio para lo sano y nuevo: Toda pérdida (de cabello y más allá) es dolorosa, pero el vacÃo temporal deja espacio para la nueva vida que crece y empieza a prosperar.
9. Ser agradecido: Hay una bendición oculta en (casi) todo paso del camino.
10. Elegir el vaso medio lleno: No hay que obsesionarse con lo que falta, sino concentrarse en el vaso medio lleno, para tener una vida más feliz, más plena y más sana.